En 1997, la Diputación de Barcelona creó la Oficina de Promoción Turística para impulsar el desarrollo turístico de la provincia que, hasta entonces, sólo registraba un cierto nivel de actividad en la ciudad de Barcelona, en Sitges y algunos puntos del litoral. Sin embargo, el interior de la provincia, tradicionalmente volcado en la actividad industrial o agrícola, apenas registraba actividad turística. La crisis que ha afectado a esas actividades económicas condujo a buscar en el turismo una alternativa económica generadora de empleo y renta que posibilitará la fijación de población en amplias zonas del territorio. Por ello, la Oficina de Promoción Turística encargó a THR la elaboración de un Plan de Desarrollo Turístico.

La metodología empleada por THR consideró las siguientes elementos para la elaboración del plan de desarrollo:

• Definición de un modelo de desarrollo turístico consensuado
• Estructuración del territorio en clusters turísticos
• Evaluación de las potencialidades turísticas de cada cluster
• Priorización de los productos turísticos a desarrollar en cada cluster
• Selección y priorización de los mercados geográficos
• Articulación de 17 programas de competititvidad
• Diseño de 15 programas de marketing

Una de las conclusiones más útiles y operativas ha sido la estructuración de la provincia en 23 clusters y el establecimiento de programas de competitividad y marketing específicos para cada uno de ellos.

Los 3 grandes resultados del proyecto fueron:

• La identificación de oportunidades y posibilidades.
• La elección de las estrategias más adecuadas para explotarlas.
• Un plan de trabajo concreto para aplicar las estrategias, así como promover las zonas y los productos.